Recientemente ha saltado una noticia en los medios de comunicación acerca del consumo de yogur y del riesgo de padecer diabetes. Como en otras ocasiones queremos analizar la fuente original de la información para explicar el alcance de esta noticia.
Hemos podido leer titulares como “consumir un yogur al día desciende un 18% el riesgo de padecer diabetes”. De estas informaciones lo más fácil es deducir que un consumo como el explicado nos garantizará el efecto y queremos saber si es cierto.
Recordamos que la diabetes es una enfermedad crónica muy frecuente que se caracteriza por los efectos de una glucemia elevada (azúcar coloquialmente) en todo el organismo. Puede estar originada por una producción insuficiente de insulina o por una resistencia a su efectos en los tejidos. Es muy frecuente, aumenta con la edad y puede considerarse una auténtica epidemia en nuestros tiempos. Por ello es muy interesante conocer qué hábitos pueden ayudar a prevenirla.
El artículo original ha sido publicado en la revista BMC Medicine y el texto, aunque muy reciente, es de acceso libre. Es un detalle muy de agradecer.
Os dejamos el enlace al artículo BMC Medicine
Os dejamos el enlace al artículo BMC Medicine
El estudio ha recopilado datos de dos cohortes de salud. Esto son grandes conjuntos de individuos sanos al principio del estudio a los que se sigue durante años y se va analizando en el tiempo la aparición de diversas enfermedades y los factores relacionados con ellas.
Las dos cohortes analizadas son: una de 153022 enfermeras de entre 30 y 55 años y otra de 51529 médicos, dentistas, y otras profesiones sanitarias (todos varones de entre 40 y 75 años). De forma regular y cada 4 años se recogían datos de estilo de vida, alimentación y actividad física. Además se les hacía rellenar un exhaustivo cuestionario médico.
Las cohortes no se crearon para este estudio. Son bases de datos de salud de los profesionales sanitarios británicos. Los autores han analizado los datos disponibles desde el Servicio de Salud Pública de Harvard.
RESULTADOS
Los resultados en los estudios médicos de cohortes se expresan con el término Riesgo Relativo. Es el cociente entre la presencia de enfermedad en los expuestos a un determinado factor (en este caso el consumo de yogur) y la presencia de enfermedad en los no expuestos (en este caso los que no consumían yogur en su dieta). Sus valores son entre 0 e infinito.
Para ser más claros ponemos unos ejemplos:
-Un riesgo relativo de 1 significa que la exposición analizada no influye sobre la presencia de enfermedad. La presencia de enfermedad es igual en ambos grupos, expuestos o no a lo que analizamos, luego su división es igual a 1.
-Un riesgo relativo mayor de 1 significa que la exposición está más asociada a la enfermedad. Fumar tiene un riesgo relativo de 6 respecto a padecer cáncer de pulmón. Es decir, es 6 veces más frecuente el cáncer de pulmón en fumadores que en no fumadores.
-Un riesgo relativo menor de 1 significa que la exposición estudiada es un factor protector. Un ejemplo típico es la vacunación y la aparición la enfermedad correspondiente.
En el estudio analizado podemos expresar los resultados en la siguiente tabla.
En medicina los datos no son exactos y en su cálculo influye cierta incertidumbre. En la columna INTERVALO podéis ver, para cada valor, el rango de valores en los que con una certeza del 95% se encontrará el valor real.
Sólo el consumo de yogur tiene un riesgo relativo menor de 1, de lo que podemos deducir que es un factor protector en el desarrollo de diabetes. Además, si consultáis el intervalo, ambos valores límites del mismo son inferiores a 1. Luego con un 95% de certeza podemos deducir que el consumo de yogur se asocia con una menor incidencia de diabetes. Un 17% menos de media respecto a los no consumidores de yogur.
¿Nos ponemos a comer yogur como locos?
No, veamos las limitaciones del estudio.
LIMITACIONES
Consumir yogur parece influir disminuyendo el riesgo de diabetes pero el resultado no es igual en otros estudios realizados anteriormente. Se ha realizado en una población muy concreta y no es posible generalizarlo a otras poblaciones. Por otro lado no existe un mecanismo biológico que explique los beneficios del yogur en el desarrollo de diabetes.
La recogida de datos de unos registros de tantos años, aunque exhaustivos, pueden contener errores e indeterminaciones que invaliden el estudio. Están basados en cuestionarios cumplimentados por las propias personas a estudiar donde el recuerdo de ciertas conductas puede no ser exacto. Por otro lado, los criterios de diagnóstico de diabetes han cambiado con el tiempo y eso puede suponer un problema en el estudio.
Los mismos autores recomiendan la realización de ensayos clínicos para determinar definitivamente si el yogur es protector o no. Estos estudios sí determinarían con certeza el valor del yogur. Consistiría en asignar a un grupo una dieta sin yogur y a otro una dieta con yogur. Ambas dietas deberían ser iguales en el resto así como todas las características personales y de enfermedad de ambos grupos. Tras un seguimiento de años se vería qué grupo tendría más incidencia de diabetes. Es un estudio muy caro que probablemente no se haga nunca.
Por lo tanto, podemos concluir que consumir yogur parece tener un efecto protector frente a la diabetes. Pero ese efecto está aún por demostrar para poder hacer recomendaciones generalizadas sobre su consumo e inclusión en dietas saludables.
Autores:
Raúl Piedra Castro
Natividad González Zayas
Miguel Angel Diaz de Cerio
Blanca Baños Gálve
EAP Azuqueca de Henares