La
fotoprotección
tiene como objetivo prevenir el daño
que se produce en la piel por la exposición
a la radiación
ultravioleta del sol. Pero, ¿qué
es
un fotoprotector?, ¿qué
componentes
debe tener?, ¿cómo
usarlo?. En esta entrada vamos a intentar responder a estas u otras
preguntas.
Un
fotoprotector es una sustancia o mezcla de sustancias que absorben,
reflejan o dispersan la radiación
ultravioleta. Actualmente incluyen otros componentes que nutren la
piel y que reparan los daños
de la piel o cumplen otras funciones, como la inactivación
de los radicales libre tóxicos
para los tejidos que genera una piel expuesta de forma excesiva al
sol.
Composición
de un fotoprotector
Un
fotoprotector ideal debe ser seguro para la salud, ya que se aplica
en grandes superficies corporales e incluso varias veces al día.
Para asegurar su inocuidad siguen estrictos controles de calidad y
deben cumplir exhaustivas normas estandarizadas y tests biológicos.
De ese modo, al comprar un producto en la farmacia o en el
supermercado podemos estar seguros de que su uso no supone riesgos.
Además
de inocuo debe ser eficaz. Debe proteger de los riesgos del sol a
corto plazo, como la quemadura solar, y los de largo plazo, como el
fotoenvejecimiento y el desarrollo del cáncer
cutáneo.
Actualmente
los preparados comerciales son una mezcla de dos o más
filtros solares combinados junto con los excipientes. Vamos a
analizar los distintos filtros y comentar algo acerca de los
excipientes.
- Filtros
físicos
Son
compuestos inorgánicos,
polvo de tamaño
microscópico
de minerales, con propiedades ópticas
que reflejan y crean una pantalla que evita que la radiación
llegue a la profundidad de la piel. Actuan a modo de espejo que
refleja la radiación.
Los más
usados son el óxido
de titanio y el de zinc. Son inertes biológicamente.
No tienen ningún
efecto biológico
y por tanto carecen de efectos secundarios. De hecho son los más
usados en los fotoprotectores infantiles ya que son más
seguros que los biológicos
ya que no interactuan con el organismo.
Al
formar una pantalla y ser un polvo mineral son menos cosméticos
y dejan blanca la piel al aplicarse
- Filtros
químicos
u orgánicos
Son
compuestos químicos
que absorben la radiación
ultravioleta transformándola
en no dañina.
Hay más
de 20 reconocidos en la normativa de la unión
europea. Algunos protegen más
de la radiación
UVB, otros de la UVA y también
los hay mixtos. Algunos son cinamatos, salicilatos, etc.
Son
mucho más
cosméticos
y mejor aceptados estéticamente.
- Filtros
biológicos
No
filtran la radiación
ultravioleta. Son vitaminas C y E además
de otros compuestos que actúan,
al aplicarse tópicamente,
disminuyendo la toxicidad oxidativa (los llamados radicales libres)
en las capas profundas de la piel.
- Excipientes
Son
las sustancias que aportan propiedades cosméticas
al fotoprotector y su resistencia al agua, etc.Según los excipientes empleados se consiguen las distintas presentaciones. De forma general, y sin entrar en detalles, las formulas más líquidas y menos densas protegen menos que las más espesas y densas. Así, a igual potencia protectora teórica, un spray protegerá menos que una loción y ésta menos que una crema. Los preparados más potentes son los de tipo barra para aplicar en cicatrices, etc.
¿Cómo
se mide la eficacia de un fotoprotector?
Existen formas distintas de medir la protección contra la radiación ultravioleta UVB y la UVA. La más generalizada es el llamado FPS (factor de protección solar) que es aplicable solo a los UVB. Empezemos por este.
- Factor de protección solar. FPS
Es el cociente entre el tiempo de exposición que produce coloración roja de la piel con y sin fotoprotector. Es decir, si usamos un FPS 5 significará que podemos exponernos 5 veces más al sol para ponernos rojos que el tiempo en el que cogeriamos ese color exponiendonos sin protección. Todo ello medido a las 24 horas. Existe una forma estandarizada de medirlo que en Europa se llama COLIPA.
La protección conseguida al subir el FPS no es lineal. Es decir, una crema con FPS 20 no protege el doble que una de FPS 10. En la gráfica siguiente lo podemos ver.
Vemos que los fotoprotectores llegados a un nivel de FPS 30, aunque subamos no conseguimos proteger mucho más. La diferencia entre uno con factor 30 y uno con 50 es mínima.
Se habla de:
-Protección solar mínima. FPS 2 a 12
-Protección solar moderada. FPS 13 a 29
-Protección solar alta FPS 30 o superior
-Métodos de evaluación de la protección contra UVA
No existe una normativa como en el caso de UVB que estandarice el grado de protección. Existen distintos métodos que se pueden encontrar en la documentación de los productos que compramos. Es importante que nuestra crema incluya siempre protección UVA. Para que conozcais los nombres de los métodos son el IPD, PPD, FPA, etc.
¿Que fotoprotector usar y cómo usarlo?
-Fototipos
Los fototipos clasifican a las personas en función de su respuesta al sol y el riesgo de sufrir daños por el mismo. Así podemos distinguir:
- Fototipo I: personas de piel muy pálida, generalmente pelirrojos. Casi siempre se queman. Practicamente no se broncean nunca.
- Fototipo II: personas de piel blanca, sensible. Normalmente de pelo rubio
o claro. Apenas se broncean.
- Fototipo III: personas con pelo castaño. Consiguen broncearse tras una fase de enrojecimiento. Es el más comun.
- Fototipo IV: personas de pelo moreno o negro. Su piel es oscura y se broncean con rapidez al exponerse al sol
directo.
- Fototipo V: personas cuya piel es más morena que la del fototipo IV.
- Fototipo VI: personas de raza negra
En la aplicación fotoskin para dispositivos móviles que comentamos hace dos entradas tenéis disponible un test para averiguar vuestro fototipo.
Según el fototipo elegiremos el FPS. Será, como norma general, 30 o superior salvo en personas con fototipos altos (IV, V y VI) en las que será suficiente con un FPS 15. Cremas con FPS 5 o menor no deben ser consideradas fotoprotectoras.
-Cantidad y forma de aplicación
Todos los estudios demuestran que usamos poca crema y la aplicamos mal. La cantidad recomendada es de 2 miligramos por centímetro cuadrado corporal. Esto es difícil de calcular. Una aproximación es aplicar una cantidad que llenara la palma de la mano para todo el cuerpo como muestra la imagen.
Hay que aplicarla media hora antes de la exposición solar. Es incorrecto dar la crema en la misma piscina o la playa. Si lo hacemos así hay que esperar bajo la sombra media hora antes de exponernos al sol.
Otra cosa que se nos olvida es que hay que aplicar de nuevo cada dos horas y en la misma cantidad del inicio. Además, aunque nuestro fotoprotector sea resistente al agua, debemos aplicar en las zonas sensibles después de un baño prolongado.
En resumen usamos poca crema protectora y la usamos mal.
En la siguiente entrada daremos 10 consejos para finalizar esta serie que esperamos sea de utilidad.
Autores:
EAP (Equipo de Atención Primaria) de Azuqueca de Henares
Raúl Piedra Castro
Natividad González Zayas
Blanca Baños Galvez
Pilar Gimeno Minguez