viernes, 7 de julio de 2017

LOS RIESGOS DEL ACEITE DE PALMA

Palma africana

Uno de los pilares clave en el cuidado de la salud es mantener una alimentación sana y equilibrada, ya que de esta forma podemos prevenir un amplio abanico de enfermedades.  Sin embargo, conseguirlo puede ser difícil cuando hacemos uso de determinados productos envasados, porque pueden contener ingredientes perjudiciales para nuestro organismo.

En los últimos meses se ha incrementado la preocupación de la sociedad por una sustancia presente en un amplio porcentaje de alimentos procesados, el aceite o grasa de palma. Lo podemos encontrar en bollería industrial, galletas, patatas fritas y platos precocinados.

¿Qué es y qué impacto produce en la salud?


El aceite o grasa de palma es un tipo de aceite vegetal que se obtiene de los dátiles de la palma aceitera o palma africana. Tiene un uso muy extendido no sólo en la industria alimentaria, sino también en cosmética y biocombustibles debido a su bajo coste.
Es un aceite rico en ácidos grasos saturados, que contribuyen al aumento de colesterol. El cual es causante, cuando se encuentra en exceso en nuestro organismo, de problemas metabólicos y cardiovasculares. 
El exceso de colesterol en sangre con frecuencia permite que éste se adhiera a las arterias formando placas de ateroma, proceso denominado aterosclerosis, y hacer que disminuya el flujo de sangre a determinadas zonas del cuerpo, o que estas placas se rompan y se desplacen hasta vasos sanguíneos más pequeños produciendo la obstrucción de los mismos. Cuando esto tiene lugar en las arterias del corazón puede ocasionar angina de pecho e infarto, y al ocurrir en las arterias que nutren al cerebro podría desencadenar un accidente cerebrovascular o ictus.

Por otra parte, para el procesamiento del aceite de palma es necesario que sea sometido a temperaturas superiores a 200ºC, generando compuestos tóxicos para nuestro organismo que se han relacionado con la aparición de ciertos cánceres. 
Para terminar, además de los numerosos efectos indeseables sobre nuestra salud, las plantaciones de palma aceitera suponen un grave impacto medioambiental al ser necesaria la deforestación a gran escala de selvas tropicales, poniendo en peligro a especies animales y contribuyendo con el calentamiento global.

Soluciones

Coma frutas y verduras


 Para evitar los efectos indeseados de este tipo de aceite es muy importante acostumbrarnos a revisar el etiquetado de los alimentos procesados que compremos, teniendo en cuenta que el aceite de palma puede presentar numerosas nomenclaturas que nos pueden despistar, como por ejemplo ácido palmítico, palmiste, palmitato, palmito, aceite de Elaeis guinensis, ascorbil palmitato, cetil palmitato, estearina de palma y oleína de palma. 

Sin embargo, lo más sencillo y saludable es que nuestra dieta se asiente fundamentalmente de alimentos no procesados o que estén poco procesados y que los aceites que contengan no presenten tantas grasas saturadas, siendo más recomendables el aceite de oliva y el de girasol.

En resumen, debemos mirar las etiquetas de los alimentos que compramos. O mejor aún, no mirar etiquetas. Si basamos nuestra alimentación en productos frescos no procesados, que no llevan etiquetas (frutas, verduras, legumbres, carnes y pescados) estaremos haciendo realmente bien por nuestra alimentación y salud. 

En la siguiente entrada aclararemos la diferencia entre alimento procesado, mínimamente procesado y fresco. 

Autores:

Ana García García
Paula Sanchez-Seco Toledano
Beatriz Yuste Martinez
Raul Piedra Castro