martes, 29 de septiembre de 2015

FLORES DE BACH. OTRO TIMO POPULAR



Las flores de Bach son una terapia pseudocientífica fruto de la imaginación del doctor Edward Bach. En los años 30 del siglo XX propuso que la enfermedad es el resultado de unos pensamientos negativos. Para combatirlos ideó una fórmula macerando flores del país de Gales en Brandy diluyendo la mezcla en una solución hidroalcohólica de forma similar a la homeopatía. Es pues una ocurrencia de un señor y no el fruto de la investigación con método científico.

En todo caso, como es nuestra costumbre, vamos a analizar dos estudios científicos donde se ha puesto a prueba esta terapia. Se trata de ensayos clínicos aleatorizados doble ciego controlados con placebo publicados en revistas médicas de primer nivel.

Primero explico que es eso de un ensayo clínico. Es un experimento en el que se comparan dos grupos de pacientes con iguales características (mismo porcentaje de mujeres y hombres, media de edad igual, etc, en ambos grupos). Son seleccionados al azar, de forma aleatoria. De esa forma la distribución entre ambos grupos no se ve influenciada por la persona que los selecciona y es más homogénea. Al final se consiguen dos grupos iguales que idealmente sólo se diferencian por la exposición al fármaco que estamos analizando. En este caso tomar o no flores de Bach. Controlado con placebo hace referencia a que a ambos grupos se les administra una sustancia. El grupo del experimento recibe flores de Bach y el grupo control o comparador recibe una sustancia con el mismo envase. Es indistingible del otro grupo salvo que contiene una sustancia inerte, es decir, sin efecto alguno o placebo. Por último doble ciego quiere decir que ni los participantes en el estudio ni los investigadores saben que toma cada persona concreta. De esa forma se les trata igual y se eliminan posibles influencias en las visitas de control. El médico que participa en el estudio podría tratar de forma distinta a los pacientes si sabe que toma flores de Bach según sus creencias o convicciones. Conseguimos una recogida de datos totalmente objetiva.

Traemos dos estudios que han puesto a prueba esta terapia. Son el resultado de una búsqueda sistemática en pubmed. Es la herramienta básica de los médicos para la búsqueda de información publicada en revistas médicas. Sólo encontramos dos resultados para nuestra búsqueda y los traemos aquí.

Flores de Bach y ansiedad.

El primero de ellos es de 2001 y fue publicado en la revista Journal of Anxiety Disorders.



El estudio se realizó en la Universidad de Freiburg, Alemania. Se seleccionaron al azar 61 estudiantes de Psicología y Medicina con un grado determinado de ansiedad en un test objetivo para medirla. La mayoría eran mujeres (53) y tenían una media de edad de 28 años.
En una segunda fase se les administró el preparado según el grupo al que pertenecían (y que ni ellos ni los investigadores sabían)
Tras la terapia se les pasó el test para comprobar el resultado con las mismas preguntas que en la primera fase con el objetivo de medir cambios en su ansiedad. La reducción fue similar en ambos grupos. De esto concluyen los autores que las flores de Bach no resultaron eficaces más allá del efecto placebo en estados de ansiedad.

Flores de Bach y Déficit de Atención con Hiperactividad. 

El segundo estudio está realizado en población pediátrica.


Fueron seleccionados 40 niños (22 niños y 18 niñas) con diagnóstico de déficit de atención con hiperactividad según los criterios de la clasificación internacional de enfermedades mentales. Su media de edad fue de 8 años y su selección requería no haber recibido tratamiento farmacológico o no farmacológico en los 3 meses previos para evitar interferencias en los resultados.

En ambos grupos hubo mejoría. Los test objetivos practicados así lo confirmaban. Sin embargo, no hubo diferencias entre tomar placebo y flores de Bach. Daba igual si tomaba agua o flores de Bach. El simple hecho de tomar algo y ser sometido a seguimiento hizo que los niños mejoraran. Si las flores hubieran sido eficaces deberían haber demostrado una mejoría significativamente superior al efecto de una sustancia inerte, sin efecto, como el placebo.

Queda claro que, al menos en el campo en que que han sido estudiados, las flores de Bach son una terapia ineficaz.

Autores:
Raúl Piedra Castro
Mihai Podaru
Laura Lopez Benito
Paula Sánchez-Seco Toledano
Natividad Gonzalez Zayas
Blanca Baños Galve
Miguel Angel Diaz de Cerio

EAP Azuqueca de Henares



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