lunes, 17 de febrero de 2014

ESTREÑIMIENTO EN EL NIÑO


El estreñimiento es un problema frecuente en la edad infantil, y supone un motivo de preocupación familiar y visitas al médico.
Debemos saber que el patrón normal de las deposiciones varía con la edad y el tipo de dieta. Hasta los 2 años lo habitual son 2 deposiciones al día, y a partir de los 4 años desde 1 al día o al menos 3 por semana.

El estreñimiento se define como un retraso o dificultad para la defecación respecto a la frecuencia habitual, con heces voluminosas o duras que ocasionan un malestar significativo en el niño.
En el 95% de los casos es idiopático o funcional, no hay un único mecanismo causal, e influyen factores hereditarios, educacionales y dietéticos.
En el estreñimiento funcional suele existir un episodio agudo que provoca la defecación dolorosa, que determina una contracción voluntaria del esfínter anal y suelo pélvico que lleva a una acumulación de heces. La retención habitual con heces voluminosas y duras conduce a un círculo vicioso de maniobras de evitación, dolor, y distensión rectal con formación de fecalomas e incontinencia por rebosamiento.

Para el diagnóstico de estreñimiento la historia clínica y la exploración física completa suelen ser suficientes para descartar signos y síntomas de alarma, no siendo necesario realizar pruebas complementarias.

En este problema es primordial la prevención, sobre todo en 3 momentos de riesgo: 
-La introducción de alimentos sólidos, garantizando un adecuado aporte de fibra, a través de papillas de fruta, verdura y cereales infantiles, líquidos en forma de agua e infusiones para niños, evitando el exceso de leche. 
-El aprendizaje del control de esfínteres, (retirada del pañal), usando inodoros infantiles, adaptadores y taburetes. 
-El inicio de la escolarización, estableciendo rutinas de sentarse en el inodoro en casa sin prisas.

Cuando el estreñimiento ya se ha instaurado, es necesario un tratamiento con el fin de lograr deposiciones cada 24-48 horas, con heces de consistencia adecuada para un vaciamiento completo y sin dolor. 

En el tratamiento del lactante, con lactancia materna exclusiva, pueden utilizarse los zumos de fruta que contienen sorbitol, (manzana, ciruela, pera), infusiones de plantas específicas o sales de magnesio (Eupeptina). Con lactancia artificial, usaremos fórmulas modificada (Digest, AE).
Cuando ya se ha iniciado la alimentación complementaria suele ser suficiente aumentar el consumo de fibra natural, papillas de efecto bífidus.
La estimulación rectal o la glicerina pueden usarse de forma puntual, pero nunca de continuo para evitar condicionamientos.

En el niño, si se trata de un proceso agudo aumentaremos la fibra de la dieta y los líquidos (1-2 litros/día) y disminuiremos la ingesta de leche. Estableceremos rutinas para sentarse en le wc tras cada comida, incentivando con refuerzos positivos, y programando ejercicio físico regular.
Si no es suficiente añadiremos suplementos de fibra comercial o laxantes.

Cuando el proceso es crónico, primero realizaremos desimpactación fecal para vaciar el recto, con laxantes vía oral o enemas. 
Y luego estableceremos un tratamiento de mantenimiento hasta conseguir un hábito regular, mediante: 
-una dieta variada y equilibrada, con suficiente aporte de líquidos, incidiendo en el consumo de fruta, vegetales y cereales integrales.
-entrenamiento del hábito defecatorio, pautas para sentarse en el wc 1-2 veces al día, tras las comidas durante 5-10 minutos, elaborando un calendario de deposiciones.
-laxantes hasta lograr la reeducación del hábito deposicional. Los más usados en los niños son el PEG, la lactulosa, el hidróxido de magnesio y el aceite mineral.

Recomendaciones para padres:

-No realizar una deposición diaria no es estreñimiento.
-Mantenerse alerta en los 3 momentos críticos : introducción del sólido, retirada del pañal, inicio de la escolarización.
-Seguir una dieta variada, con frutas, vegetales , legumbres y cereales integrales, tomar suficiente agua, y reducir la leche y derivados. 
-Hacer ejercicio de forma regular.
-Establecer rutinas para sentarse en wc, tras las comidas, durante 5-10 minutos y con los pies bien apoyados.
-Debe consultar al pediatra si su hijo es menor de 3 meses, tiene episodios de estreñimiento repetidos, tiene dolor o irritabilidad, sangra en las heces o no responde a las medidas de tratamiento.

Fuente: Enferm. pediátr. 2013; 5(3):58-61. www.famiped.es/volumen-4-no-2-junio-2011

Autores:
EAP Azuqueca de Henares
Dra. Isabel Viñuela Furones
Dra. Auxiliadora Ramos Frias

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