Iniciamos una serie divulgativa de entradas sobre las exploraciones comunes en la consulta de Atención Primaria. En ella aclararemos aquellas maniobras y exploraciones que puedan resultar molestas o incomodas con el fin de facilitar su comprensión por parte de los pacientes y explicar su utilidad.
El tacto rectal es una exploración médica habitual que no sólo sirve para estudiar la próstata, sino que también se utiliza para detectar patologías pélvicas, genitourinarias y digestivas. Constituye, por tanto, un examen rutinario para evaluar la próstata en el varón, pero también forma parte de la exploración ginecológica en la mujer.
La prueba consiste en tratar de palpar con el dedo las estructuras de la pelvis a través del esfínter anal. De este modo, nos ayuda a descartar patologías:
- Prostáticas (hiperplasia benigna de próstata, cáncer de próstata, prostatitis)
- Digestivas (sangrados, fisuras anales, hemorroides, tumores de recto)
- Ginecológicas en la mujer (junto con una palpación abdominal)
- Cuerpos extraños (objetos que se han introducido en el recto)
La exploración se realiza con guantes de látex o de vinilo y un lubricante urológico con anestésico que facilita la exploración y minimiza las molestias al introducir el dedo del explorador por el canal rectal. Para su realización no hace falta ningún tipo de preparación previa, simplemente que el paciente se encuentre relajado y realice una inspiración profunda mientras el médico introduce su dedo por el canal anal.
Antes de realizar el tacto se deben inspeccionar genitales, nalgas y ano para descartar tumoraciones, hemorroides, abscesos u otras lesiones. Tras la inspección se procede propiamente al tacto rectal. Este puede ser doloroso en caso de ulceraciones, fisuras anales o prostatitis, siendo molesto, pero no doloroso, en el resto de casos. Durante la palpación, el médico debe explorar circunferencialmente la mucosa rectal y el canal anal para descartar zonas endurecidas, inflamadas o estrechadas. Al retirar el dedo del canal anal también se valora la presencia o ausencia de sangrado.
En los varones, se localizará y palpará la próstata para comprobar su tamaño, su sensibilidad dolorosa, su consistencia, sus límites, su movilidad y la detección de irregularidades sospechosas de patología. En la mujer se pueden palpar a través del recto estructuras vecinas como el cuello uterino. Es importante saber que un examen normal indica que el médico no ha encontrado patología en la exploración, pero no descarta por completo que ésta exista.
EAP Azuqueca de Henares
Salvador Juarez Martinez
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