jueves, 27 de marzo de 2014

VARICELA


Varicela
 
Recientemente ha sucedido la muerte de una niña que sufría varicela en España. Ha saltado a los medios de comunicación por la tragedia que supone, además de la polémica sobre su atención y la reciente prohibición de la suministración en las farmacias españolas de la vacuna contra la varicela por parte del Ministerio de Sanidad. No queremos entrar en la polémica de la atención sanitaria porque no conocemos todos los datos y además no es nuestra misión. Lo que sí queremos es aprovechar la oportunidad para hablar de la varicela, explicar su naturaleza y potencial gravedad.

Queremos dejar clara nuestra postura en contra de la medida del Ministerio de prohibir la venta de la vacuna en farmacias. Con el fin de no extendernos demasiado explicaremos más acerca de la situación creada con la vacuna en la siguiente entrada del blog dedicando esta a la varicela en general.
Comenzamos por describir la propia infección. Es una infección por un virus del grupo herpes . A este grupo pertenecen hasta 8 virus que producen patología en humanos. Los del tipo 1 y 2 son llamados herpes simple y producen el herpes labial, la conocida calentura, (preferentemente el tipo 1) y el herpes genital (preferentemente el tipo 2)
Nuestro virus de la varicela es el herpes tipo 3. Aparte de la varicela es el responsable de la aparición del herpes zoster (coloquialmente conocido como “culebrilla”), enfermedad que será objeto de otra entrada.

Es más frecuente en invierno y primavera pero puede darse todo el año. Se transmite por la inhalación de partículas del virus en gotitas de la respiración o tos de un paciente infectado. También es posible la infección por contacto directo con las vesículas de la piel al romperse ya que contienen muchos virus pero es un mecanismo de transmisión menos frecuente. Es de contagio muy rápido siendo frecuente que en una clase de la escuela tras aparecer un caso todos se infecten en poco tiempo.

Del aparato respiratorio pasa a los ganglios linfáticos y sangre, de donde termina distribuyendose hasta la piel donde produce las típicas vesículas de la enfermedad.

Cuadro clínico

El cuadro clínico típico consiste en una erupción en la piel. Antes de aparecer las lesiones cutáneas puede haber síntomas como fiebre, malestar general y pérdida de apetito.

Después aparece la erupción. Primero pequeños granos rosados que en poco tiempo se convierten en vesículas (granos de contenido líquido, se llaman ampollas cuando son de mayor tamaño). Pueden aparecer en cualquier sitio del cuerpo aunque suelen darse primero en tronco, cara y cuello. Las vesículas se abren de forma espontánea o por rascado (producen mucho picor) y se secan dejando una costra que cae en unos días.
Las lesiones aparecen en oleadas, no todas de una vez. Esto hace que al mismo tiempo veamos en el paciente lesiones en distinta fase de evolución. El paciente tiene granos, vesículas y costras al mismo tiempo en distintas partes del cuerpo.

Una pregunta frecuente es hasta cuándo es contagiosa. En general con las lesiones en fase de costra ya no es contagioso.

El diagnóstico es clínico porque las lesiones son típicas. Rara vez son necesarias pruebas de laboratorio.

Complicaciones

La varicela es una infección banal pero pueden aparecer complicaciones graves, en ocasiones mortales.

Infecciones de la piel. Ocurren por contaminación de las lesiones. El rascado las favorece. Es frecuente la aparición de otitis por sobreinfección de las lesiones alojadas en el conducto auditivo externo. En raros casos las bacterias que infectan la piel pueden introducirse en el cuerpo y producir infecciones serias como la sepsis y hasta la muerte.

Infecciones respiratorias. Puede ocasionar neumonía por el propio virus de la varicela o por bacterias.

Complicaciones neurológicas. Son poco frecuentes. Destacan la ataxia (trastorno, en el caso de la varicela transitoria, de la coordinación de los movimientos) y la encefalitis (inflamación el cerebro con las graves implicaciones que esto tiene).

Infección de la mujer embarazada. Es importante destacar la gravedad de la infección en mujeres embarazadas ya que el virus puede pasar al feto y producir malformaciones serias. Por esto nunca deben tener contacto mujeres embarazadas que no hayan pasado o no estén seguras de haber pasado la varicela con niños con el cuadro clínico activo.

Herpes zoster. En el adulto puede darse la infección por varicela si no la pasó de pequeño y la reactivación del virus que es el llamado herpes zoster. Este no requiere infección desde una fuente externa sino que es una reactivación del virus que queda tras la infección de pequeño acantonado en los ganglios sensitivos del organismo. Cuando se activa se distribuyen las lesiones de la piel por la zona responsable de el nervio cuyo ganglio está afectado.


Tratamiento


El tratamiento es sintomático. La fiebre debe tratarse con paracetamol, nunca con aspirina. El picor se trata con antihistaminicos orales.
No es preciso usar tratamiento contra el virus en la mayoría de los casos. Su uso está restringido a la población con más riesgo de complicaciones: Embarazadas, adultos con enfermedades respiratorias crónicas y pacientes con inmunodepresión (padecen enfermedades o toman fármacos que disminuyen la actividad del sistema inmune lo que ocurre con los fármacos contra el rechazo en caso de trasplante o enfermedades como el SIDA)

Sobre la vacuna, sus usos, y la polémica creada por su prohibición hablaremos en la siguiente entrada.

Autores:
EAP Azuqueca de Henares
Blanca Baños Galvez
Pilar Gimeno Minguez
Natividad González Zayas
Raúl Piedra Castro



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